Estamos a finales de 1987, mas precisamente el 16 Diciembre de ese año, justo para las navidades. Mi padre, Gildas, recibe un traslado de la cadena hotelera Hilton International, para la cual trabajaba y en donde terminó ejerciendo el puesto de Asistente de F&B en la ciudad colombiana de Cartagena de Indias (para leer ese articulo pincha aquí). Ese día cogimos nuestras maletas y mudanza para empezar una nueva vida en la ciudad de Caracas, en Venezuela. Sobre esta época tengo muchísimo que contar pero lo dividiré en diversos capítulos. De momento les hablaré un poco sobre esta ciudad para que puedan conocer esa Caracas que una vez conocí y que algún día espero que ustedes también puedan descubrir… cuando las aguas lleguen a su cause.
P.D: En ningún momento pretendo ni pretenderé entrar en ningún tipo de polémica política ni gubernamental, simplemente contaré y hablaré en este capitulo de mi blog sobre la características y detalles de la capital Venezolana. Más adelante, en los próximos capítulos, contaré anécdotas vividas por mi y mi familia tanto en Caracas como en diversos sitios del país y de sus numerosos paisajes.
La ciudad de Caracas |
Caracas: La ciudad de la eterna primavera
Teleferico que sube al Avila |
Caracas es conocida como una ciudad muy activa y prácticamente frenética. Con gente apurada y en movimiento, Caracas es una ciudad que nunca duerme. Su población consiste en mezclas de diversas nacionalidades pero sobre todo de gente espléndida y llena de vida.
Caracas de noche |
Plantas petrolíferas con su bandera |
Caracas es una ciudad que desgraciadamente no se caracteriza mucho por el turismo debido a su gran inseguridad, pero para los que decidan visitarla los principales incentivos turísticos de la capital son un clima agradable, así como la cantidad de centros comerciales, opciones de diversión y eventos culturales.
Tras esto, solo crecen mis ganas de contarles todas las anécdotas que recuerdo en mi cabeza de esos dulces y preciosos años vividos junto a mi familia en esta ciudad tan metropolitana.
Empecemos con el recorrido y, como suelo decir, a disfrutar…
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