Lo bueno de la escritura es que puedes viajar en el tiempo así que hago un “fastforward” a mi vida: Bienvenidos al 2015… ¡Bienvenidos a Cuba!
Enero 2015, ya llevo poco mas de un mes en esta mágica
tierra y es la segunda vez que recorro sus caminos. Debido a unos cuantos cambios en mi vida,
decido hacer un “break” para recuperar fuerzas de un mal año que se ha quedado
atrás. Mis padres viven aquí desde hace
casi 2 años, pero a 2 horas de La Habana, en la mundialmente conocida
Varadero. Pero como hay que empezar
siempre por un principio, la primera parada de este paraíso será La Habana.
La Habana Vieja
Cuba no es solo una isla del Caribe con playas maravillosas…
va mucho mas allá. He tenido la gran
suerte de haber recorrido una gran parte del mundo, de Norte a Sur y de Este a
Oeste, pero nunca he encontrado una gente tan maravillosa como aquí. La magia que se respira en Cuba es única.
Recorrer las calles de La Habana, con sus coloridas
fachadas, sus magnificas arquitecturas, sus famosos “almendrones” recorriendo
el malecón mientras los “Coco Taxis” les hacen la competencia, no tiene precio. Que decir de las negras maniseras con sus
coloridos atuendos vendiendo sus “maníes” mientras te cantan sus cantares en la
puerta de la Catedral. A pocos metros de
ahí, adentrándote en las calles de la Habana Vieja, te encontrarás con la
“Bodeguita del Medio”, conocida mundialmente por el escritor Ernest Hemingway
por su lema: Mi Mojito en la Bodeguita, mi Daiquiri en la Floridita. Porque si pasas por ahí no puedes dejar de
pedirte esa autentica bebida Cubana que ya se ha esparcido por todo el mundo
pero que aquí siempre tendrá otro sabor… ¡El autentico sabor Cubano!
Siguiendo el recorrido por la vieja ciudad, llegarás a las
puertas del Hotel Ambos Mundos, hogar de Hemingway por muchos años y en donde
escribió muchas de sus novelas, sentado en la terraza de la ultima planta. Terraza desde la cual se puede ver toda la
vieja Habana y donde seguro tomó su inspiración para alguna de sus obras.
Si tomas un taxi a la salida de la vieja ciudad, por unos
cuantos pesos, hay algunas paradas que tienes que hacer. En la Habana se encuentra el famoso Hotel
Nacional, hotel emblemático donde los haya.
Con una arquitectura colonial de los años 30, este hotel sigue en pie,
fuerte como un roble, y ha sido testigo de los acuerdos mas importante del
país. Por sus pasillos han pasado miles
de personajes famosos desde hace mas de 80 años… su emblemático bar que se
encuentra en la planta baja, con vistas al malecón y al “Morro”, despliegan un
museo de fotografías que les dejará encantado.
Volvemos a subirnos al taxi, esta vez para ir a la Plaza de la Revolución. Este es el sitio en donde se reúne el pueblo cubano para cualquier tipo de evento. Aquí yacen 2 edificios, entre otros, en los cuales se podrán ver, en grande, los rostros del Ché Guevara y de Camilo Cien Fuegos, revolucionarios y estimados personajes.
Si sigues algunas calles más llegarán al Capitolio, que se encuentra bajo reforma en estos momentos pero que aun así deja entrever su esplendor. Este capitolio es la replica del de Estados unidos y fue también construido por su mismo arquitecto, pero los cubanos se enorgullecen al decir que este fue construido con mejoras y es algunos centímetros mas alto que el de los “gringos”.
Seguimos el recorrido por la ciudad y llegaremos al museo de
La Revolución, en donde podremos ver el barco donde llegaron los
revolucionarios (Fidel Castro, Camilo y el Ché, entre otros) desde México allá
por el año 1959, año en que triunfó la Revolución y derrocaron a Batista. En ese museo yacen muchísimos recuerdos de
ese momento que dejo marcado al mundo entero.
Obviamente en la ciudad hay muchísimas mas cosas por ver, desde el museo del Habano, en donde puede ver la elaboración de este famoso tabaco o bien el museo de Bacardi, de donde viene uno de los mejores rones del mundo. Pero si salimos un poco de la ciudad y nos vamos hacia la zona elevada, llegamos al “Morro” de la Habana. Fuerte que protegió a la ciudad de los invasores hace cientos de años y que sigue en pie junto a sus emblemáticos cañones. Desde ahí se puede tener una visión completamente distinta de la ciudad. Ahí empieza un recorrido por el cual visitas una zona con misiles rusos o bien trozos derribados de aviones Americanos y muchas otras armas usadas, o no, durante los años de la revolución. También podrás visitar una pequeña tienda de tabaco donde se encuentra el Habano mas largo del mundo, reconocido por el “Guinness Book of Records”.
Siguiendo el recorrido finalmente llegas a una de las casas
que perteneció al “Ché” y que desde su altura domina toda la ciudad. A su lado se encuentra un gran cristo, que
como poco te dejara impresionado. Este
Cristo, que vigila y protege la ciudad de La Habana, fue un regalo de la mujer
de Batista.
Esperando que les haya dejado tentados con visitar esta
tierra les invito a leer las próximas entradas en las cuales les haré descubrir
otros sectores de esta isla que tiene mucho que enseñarnos…